No es NO.

Ph: The daily feminist
Cuando hablo de la fuerza y empoderamiento femenino, no me refiero a una loca, tirana que odia a los hombres. Me refiero a la mujer que es libre de expresarse y tomar las decisiones que la hagan sentir plena y segura. Pero hay una palabra que a veces nos cuesta decir —al menos se que a mi si— y es: NO. Si sentís que algo no huele bien, simplemente hay que alejarse aunque hablen lo que quieran de ti.
Muchas veces estamos tan ocupadas complaciendo a otras personas que olvidamos complacernos a nosotras mismas. Olvidamos que no todo es cortesía y que hay veces en las que no queremos hacer algo y lo terminamos haciendo por pura falta de carácter.
Estaba leyendo en nomada.gt un post "A veces queremos sexo y a veces no" escrito por Daniela Castillo quien comenta la importancia de la comunicación cuando estamos en una relación, como muchos llegan a pensar que por estar con alguien, esa persona tiene la obligación de siempre complacer las necesidades del otro. "El sí no es para siempre y debemos de poder sentirnos libres para decir no cuando no tenemos ganas".
Este problema puede darse en cualquier tipo de relación, no solo en el noviazgo.
Una vez estábamos caminando por la Antigua Guatemala con unas amigas y terminamos en una fiesta la cual había que pagar entrada. No llevábamos presupuesto para eso pero un par de conocidos con los que íbamos ofrecieron pagar nuestra entrada. Unas dijeron que si al instante, otras lo pensamos por que no eran íntimos amigos y como bien dicen “nada es gratis en esta vida”. Nos convencieron y entramos todos a la fiesta. Pasamos el rato tranquilos, bailando y platicando y todo iba bien hasta que uno trató de pasarse de la raya. Fue cuando supe que mi entrada a esa fiesta no había sido gratis, ese era el pago del consumo.
Cuando dije que no estaba interesada, el machito dijo —Hay que rogada la nena, te da miedo—, —Para eso hubiera invitado a otra—. Muchas veces en el tipo de situaciones donde; hombre invita mujer, esperan con eso atraparnos en la recompensa por su acto. Pero mucho menos en esos casos debemos sentirnos obligadas a hacer algo que nos haga sentir incomodas. Como ellos tomaron la decisión para invitarte, tu también podes tomar la decisión de decir si o no a cualquier situación que se presente.
Así como esta, tengo mil historias mas de situaciones tan sencillas donde la presión está y nos lleva a hacer cosas que simplemente no queremos. No solo en el sexo sino en todo: Como dejar una platica que te hace sentir incomoda; no probar algo que te cause desconfianza; decir que no y terminar una relación sin sentido o hasta levantarte de la cama si no te sentís lista para dar ese paso con alguien. Mas vale quedar como la pesada y temerosa que cometer un error por el “que dirán”. Siempre que te encontrés en una situación por mas pequeña e insignificante que parezca donde algo “no huele bien” y en realidad querés decir que no. Solo hay que decirlo. Te podés salvar de muchas y al mismo tiempo ayudarte a empoderar tus decisiones, aun cuando dijiste que si pero en el camino te arrepentiste y querés cambiar de opinión. Hacelo.
Por que: No es no y no hay que dar justificación al respecto.
En el momento tal vez sea incomodo y si la persona a la que dijiste que no, no respetó tu decisión terminas hasta dándote cuenta de las verdaderas personas que te rodean. No quiero referirme solo a los hombres y en el caso de mi historia era un macho, pero el opresor no se define por sexo, cualquiera puede tratar de obligarte a hacer algo que no querés.
Hay que hacer valer nuestra voz, cueste lo que cueste, ahí empieza una mujer empoderada. Tomando las decisiones a su conveniencia y siempre atenta a cuando un opresor quiere dañarla y hacerla sentir todo menos la mujer valiente que es. Di NO cuando las cosas “huelan mal".